sábado, julio 01, 2006

New York, New York!!!

Ya estoy en Nueva York, New York, NY, la gran manzana, la ciudad que nunca duerme.

El primer contacto con los Yankees fueron las colas de inmigración. Te separan entre estaunidenses y el resto. A estos últimos les castigan con una hora más de cola, la impresión de las huellas dactilares y una foto. Eso si todo va bien, que si no te abren la maleta y tienes interrogatorio.

Ficha que debes rellenar en las aduanas. (Te la dan en el avión):

Lo siguiente ha sido la excursión en el típico taxi amarillo. Tenía pensado coger el metro pero estaba con mi amigo Santi, nos hemos mirado y pa´dentro. Aquí no te ayudan con la maleta, te abren el capó y tú mismo. Eso sí, al final sí te piden el 15% de propina.



El conductor, indio (de la India y no Apache), nos ha dejado en Greenpoint un barrio polaco situado a la derecha de la gran manzana encima de Brooklyn. Punto B.






El hostal, porque no llega a hotel, los baños son comunitarios, está situado en frente de una comisaría de policía.

Lo que da seguridad... Aunque Santi se preguntaba por qué hace falta una en esa zona...





Bueno a continuación nos hemos ido a degustar la gastronomía americana:
Santi ha pedido esto:










Y yo esto otro:









Ha sido curioso porque la camarera me preguntaba si quería lechuga, tomate, pimiento, pepino, aceitunas y jalapeños. Yo contestaba a todo que sí y ha quedado tan grande que no se podía cerrar. Al final ha sabido genial aunque la próxima vez será sin jalapeños...

Ahora estoy en Brooklyn en la casa de Santi:




Con sus flatmates: Ruben que es de Zaragoza y Luis de Madrid. El primero lleva aquí 3 años y el segundo 9 meses.
Están calentando motores para salir esta noche. Yo he declinado la invitación, ha sido mucho viaje y mañana a las 8:30h hay que despertarse para recorrer Manhattan.

Ya os contaré,

(Añadido al día siguiente. La vuelta al hostal fue muy dura. En el camino de vuelta nos quedamos a tomar algo por algún bar y se hicieron las 23:30h. Santi me acompañó hasta mi línea pero después cuando ya estaba sólo en el metro me quede dormido y todavía no sé como me desperté en mi parada cuando estaban apunto de cerrarse las puertas.
La verdad es que llevaba 22 horas desde que salí de Madrid).

Agur,Iñaki